50 sombras, capítulo 14. «Pinocho fue a pescar…♪»

El análisis de este capítulo abarca desde la página 194 a la 208

Empieza el capítulo con un sueño erótico de Ana en la que está atada a los postes de la cama y se corre porque Grey le da con la fusta en el clítoris. “Uau. Es de día” es lo primero que piensa entre espasmos. Ha sido su primer sueño erótico. Se plantea que si la realidad es como su sueño, no tendría problemas en aceptar las condiciones de Grey. El problema es que los sueños eróticos suelen diferir bastante de la realidad, pero ya se dará cuenta.

Ha ido a su graduación, birrete, toga y toda la parafernalia, con ese ex novio de su madre con el que tan bien se lleva. El que entrega los diplomas es Grey. Me he dado cuenta que cada vez que se pone cachonda se le contraen “los músculos del vientre”, lo cual me da que es un eufemismo para “músculos del coño”. Pero eso queda feo, ¿no?

La amiga está dando un discurso magnífico porque no tiene problemas para hablar en público y Grey se sorprende gratamente. Ana se plantea que si hubiese ido en un principio a su propia entrevista a lo mejor estarían juntos, pero descarta la idea porque “Kate no le habría dado ni la hora.” Kate, aunque meta la pata un poco, tiene las cosas más claras y una autoestima decente. Ojalá aprendiera Ana de ella.

Grey da también un discurso sobre su empresa y lo que quiere conseguir con el tema de la agricultura y darle de comer al hambriento y tal, y dice esto: “Sé lo que es pasar hambre. Para mí, se trata de una travesía muy personal…” A ver cuando me cuentan el trauma infantil porque ya me estoy imaginando yo una escena digna de One Piece como la de Sanji y Zeff.

Se ha puesto de los nervios, alterado, y se ha enfadado con ella por no decirle que llegó viva a casa en su coche. Bueno, esto tiene más sentido que una bici asesina, pero hasta Ana reconoce que es un exagerado.

Grey le dice que quiere conocer a su padrastro y a ella le horroriza la idea.

“Mi subconsciente está de lo más sarcástico. Así que vas a presentar a Ray al hombre con el que follas… Estará muy orgulloso. Mi subconsciente me observa por encima de sus gafas de media luna.”

Punto 1: Que tú folles con veintipico años es una vergüenza, Anastasia Rose Steele, orgulloso tienes a tus padres de que vendas tu virgo a un cualquiera. #sarcasmo

Punto 2: ¿Su subconsciente es Dumbledore? Más bien Rita Skeeter.

Ha aparecido el hermano de Kate y también está bueno. “—¡Uau, Ethan!” Y la agarra por la cintura cuando Kate aparece con Grey, presentándolo como el novio de Ana. Grey aprovecha la oportunidad y además de mirar a Ethan tan letalmente como las esfinges de la historia interminable, dice: “—Ana, cariño.” Me desorino. Despliega su poder manipulador y se gana al padrastro.

En un momento que hablan solos, Ana le dice a Grey que quiere algo más que sexo, y él, después de decir que no sabe mucho del tema romántico y tal y ella responderle que tampoco, va y ni corto ni perezoso: “Sonríe ligeramente. —Tú no sabes mucho de nada —murmura” Y ahí lo deja, te llama como poco tonta y no pasa nada, porque aiiiiiissssss qué guapo.

Y ha aceptado ser sumisa.

Ea. sports, it’s in the game

Atención al criterio del padre, que ve a Grey aparentemente formal, forrado y:

“—Bueno —dice—, cualquier hombre al que le guste pescar a mí me parece bien.”

Qué hago, ¿me río o lloro? Esto es de puta pena. Podría darse esta situación:

“- ¡Hola, Ed Gein, encantado! En mi tiempo libre pesco y me hago trajes con pieles de mujeres que exhumo del cementerio 😀

– Hola Eddie, eres el novio perfecto, vamonos de pesca ♥”

En fin, que va para casa de Anastasia para hablar de los límites tolerables. A ver con qué nos sale.

Hasta ahora tenemos:

• Una protagonista que comienza a ser mente sucia.
• Un protagonista que va de duro y no llega a peseta.
• Un padre que se conforma con poco. Con muy poco.
• Una amiga que creo que es Alice y su hermano que creo que es Jasper.
• Un sí a ser sometida.

¿Cuánto durará esta como sumisa? Hagan sus apuestas.